Aprende en torno a la deliciosa oferta gastronómica de Baja
California Sur...
Durante un largo periodo que se remonta a miles de años
atrás, los primeros pobladores de lo que es hoy el estado de Baja California
Sur practicaron la caza, la pesca y la recolección de frutos como fórmula de
subsistencia. Luego se asentaron en las cercanías de los oasis, como los que
podemos ver hoy en San Ignacio y Mulegé, donde seguramente disfrutaron de
microclimas favorecidos por la presencia de manantiales y espléndida
vegetación.
Una vez que las expediciones de Hernán Cortés abrieron el
camino de los colonizadores, tuvo lugar el arribo de los misioneros,
encabezados por el padre Juan María Salvatierra, fundador de la misión de
Loreto. A partir de ese momento se modificó el horizonte de la cultura
gastronómica de la región, ya que se introdujeron cultivos como la vid, los
olivos, el trigo y el maíz, además de la cría de ganado porcino, vacuno y
caprino. Así, en las unidades de producción que se crearon en el entorno de las
misiones poco a poco aparecieron nuevos platillos como resultado del contacto
entre los jesuitas y los habitantes originales de la región. Sin embargo, a
diferencia de otros lugares de México, este proceso no tuvo continuidad, los
jesuitas fueron expulsados de la Nueva España y la mayoría de las ciudades
indígenas desaparecieron. No obstante, Baja California Sur cuenta en la
actualidad con un amplio menú que aprovecha la riqueza natural de los productos
que vienen del mar.
Es así que el visitante más exigente se va a sorprender al
saborear platillos que incluyen almejas, caracoles, marlin, atún, etcétera.
Muchos de estos platillos recuperan la memoria de un largo proceso en el que se
incorporan tradiciones gastronómicas norteñas, como la carne seca y el pescado
salado.
Como en todos los lugares de nuestro país, la imaginería
popular crea tarde o temprano sus propios platillos, de modo que usted puede
saborear en La Paz las famosas almejas chocolatas asadas en su concha, los
sabrosos tamales fajados, las papas rellenas de langosta y los tacos de mariscos
que son una verdadera delicia.
Se hace agua la boca con sólo pensar en los guisos
preparados a base de langosta, de camarones o de abulón, y aderezados con las
salsas más exquisitas. Tanto en La Paz como en Los Cabos es posible disfrutar
de un menú internacional que se ve favorecido por los productos marinos. Por
cierto, no se descarta la posibilidad de encontrar en Santa Rosalía platillos
de factura francesa.
El desarrollo regional y el crecimiento del turismo
seguramente contribuirán a la introducción de nuevos cultivos, como ya ocurre
en El Vizcaíno, donde se cosechan exquisitos higos, y en Todos Santos, donde se
da una gran variedad de lechugas y regios jitomates cultivados en forma
orgánica, que ya se están exportando a los Estados Unidos.
Estamos convencidos de que el visitante encontrará en las
ciudades y pueblos de Baja California Sur, como signo de hospitalidad que
distingue a sus habitantes, todo aquello que se necesita para una buena mesa.
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